Decoración

Eligiendo tu estilo de decoración

Estilo Clásico

La decoración de estilo clásico es la síntesis de todos aquellas ideas y conceptos que durante siglos se han asociado al ideal de belleza durante las diferentes épocas históricas. Unas veces inspirando en la estética de las culturas clásicas como la griega o romana, otras veces como resultado de la evolución de tradiciones y costumbres en el ámbito de la decoración de interiores, la decoración de estilo clásico tiene como principios el equilibrio, la armonía y la simetría y se reconoce especialmente por crear ambientes lujosos y sofisticados, con gran cantidad de piezas y ornamentos, empleo de colores neutros e incorporación de antigüedades.

Hoy en día es muy habitual mezclar este estilo con las tendencias decorativas más actuales, dando lugar a espacios con una decoración clásica renovada de estética actual pero cargada de historia y con mucha personalidad y carácter.

 

Estilo Rústico

Es el estilo campestre, el que predomina en entornos rurales y que persigue la creación de ambientes relajados, cálidos y acogedores y con una estrecha relación con la naturaleza.

En ellos, la piedra y la terracota en paredes y suelos son el marco perfecto para un mobiliario en hierro, mimbre o madera sin tratar, en combinación con tejidos fuertes, toscos y poco refinados como la lana, la tela de saco, etc. Los colores predominantes son los tonos cálidos y se opta por un ambiente informal y confortable que invite al recogimiento y a la vida en familia o con amigos.

 

Estilo Boho Chic

La podemos considerar una versión del estilo bohemio o hippie, que combina el gusto por el color, la vitalidad y el eclecticismo, con un poco de elegancia y sofisticación.

Para lograr esto son esenciales los muebles vintage  que se ubican en un espacio donde los textiles son los grandes protagonistas con alfombras, cojines, mantas, etc con estampados geométricos o florales en colores vivos e intensos: rojos, amarillos y naranjas, también azules, verdes y morados. No se escatima en el uso de accesorios y también son habituales los bordados, flecos y el macramé.

 

Estilo Shabby Chic

Inspirado en las grandes casas de campo victorianas de la burguesía y clase alta inglesa, este estilo surgió en Europa cuando las familias de clase media empezaron a comprar estos muebles de segunda mano, ya usados y desgastados, para combinarlos con el diseño y arquitectura sobria y austera de sus hogares. De esta manera lograron una combinación de piezas antiguas y modernas, usadas y nuevas, que con el paso de los años fue adquiriendo una identidad inconfundible para acabar llevando su propio nombre, el estilo shabby chic.

Considerado un estilo romántico, se caracteriza principalmente por el uso del blanco en combinación con tonos pastel, empleo de estampados florales y por supuesto, muebles y complementos decorativos con una ligera pátina, ya sea real o ficticia, que refleje el paso del tiempo.

 

Estilo Escandinavo

Si por algo se caracterizan los interiores de estilo nórdico es por su sencillez y funcionalidad. Es posible que sólo encontremos lo justo y necesario, pero cada una de las piezas está elegida con suma exquisitez y en donde no suele faltar algún icono del diseño moderno.

Normalmente equipados con muebles sencillos y de líneas rectas, da especial importancia al empleo de maderas en tonos claros y suaves, que permitan reflejar la mayor cantidad de luz en los largos y oscuros días del invierno escandinavo, y por su inclinación en el uso de maderas autóctonas como el pino, abedul, haya o roble. En cuanto a los accesorios, se reducen a la mínima expresión permitiendo alguna planta, vela o cuadro.

 

Estilo Retro

Como su propio nombre indica, es aquel que se inspiran en estilos decorativos de décadas pasadas, buscando recrear el gusto y diseño de la época correspondiente para crear espacios que nos permitan tener la ilusión de retroceder en el tiempo.

Hoy en día es tendencia retro el estilo mid-century, un estilo decorativo inspirado en el interiorismo de los años 50-70.

 

Estilo Provenzal

Inspirado en el estilo de vida de la región de La Provenza en Francia, el estilo provenzal es una especie de rústico refinado que combina elementos de otras tendencias como el shabby chic.

En éstos, los espacios destacan por ser muy luminosos y poco recargados, donde la madera decapada y descolorida, con cierto aire rústico y en diferentes tonalidades de blanco es la gran protagonista. Los colores, estrechamente relacionados con la naturaleza: verdes, tostados, amarillos, lilas y violetas, y los tejidos también naturales, donde linos y algodones con estampados florales o a rayas dan el punto de refinamiento justo.

 

Estilo Industrial

Se caracteriza por el empleo de objetos y elementos asociados con fábricas antiguas, talleres, garajes, etc,  aunque mezclado con otras tendencias actuales como el gusto por el reciclaje y el empleo de piezas vintage.

Son habituales las instalaciones desnudas donde se distinguen tuberías, vigas de acero, paredes de ladrillo e incluso el propio montaje eléctrico y donde se incorporan muebles de líneas sencillas y rectas en hierro, acero y/o madera más bien tosca. Los colores más utilizados son eminentemente neutros, con el blanco, negro, gris, marrón y beige como principales protagonistas.

 

Estilo Minimalista

Aunque parezca todo lo contrario, es uno de los estilos más difíciles de conseguir porque se trata fundamentalmente de contar con los elementos justos e imprescindibles en los espacios sin que éstos se vean demasiado escasos y siempre conservando el orden y la armonía.

Se destacan los colores neutros como el blanco, negro y gris, predominan las texturas y superficies lisas y brillan por su ausencia estampados y dibujos.  A veces podemos encontrarnos con alguna licencia de color, normalmente en los pocos accesorios y obras de arte, que suelen ser en colores brillantes en contraste con la neutralidad del ambiente.

Estilo Ecléctico

Se trata de plasmar los gustos particulares y la propia personalidad de uno en los espacios sin seguir ninguna regla concreta. 

Vale todo, siempre y cuando la composición se haga con buen gusto. Objetos clásicos mezclados con mobiliario moderno, rústico, industrial,.., contrastes de colores, mezcla de texturas y materiales diferentes.  Sin duda, es la mejor opción para aquellos que les gusta arriesgar y que no tienen ningún miedo a las opiniones de terceros.