Repintar se trata de volver a pintar una pared que ya tiene manos previas de pintura. En general el trabajo es muy sencillo, pero pueden surgir algunos inconvenientes que hay que tener en cuenta para realizar un buen trabajo.
¿Es necesario aplicar imprimación?
Para NO aplicar imprimación la pared debe estar en muy buenas condiciones, es decir que la capa de pintura anterior se encuentre firme y libre de polvo. Esto es evidente al pasar la mano y si no te ensucias entonces no es necesario el fijador. Pero de lo contrario, si se desprende polvo al pasar la mano es necesario imprimar para lograr una buena adherencia de la nueva pintura y una absorción pareja de la pared. Igualmente si tiene reparaciones.
Reparación de la superficie
Si tu pared tiene problemas de humedad es necesario encontrar su origen y repararlo, luego de que la pared haya secado se puede pintar. Si reparás con cemento o algún tipo de masilla, una vez que hayas nivelado la superficie podés aplicar fijador en ese sector.
Tipo de pintura anterior
Es conveniente que conozcas el tipo de pintura que ha sido aplicada con anterioridad para saber qué procedimiento debes seguir antes de las nuevas manos. Por ejemplo, si la pintura anterior es un esmalte sintético, sería conveniente que lijaras las paredes y aplicaras una mano de fijador al disolvente o aguarrás antes de las nuevas manos de pintura plástica.
Por otra parte si la pintura anterior tiene algún tipo de brillo, satinado o brillante, es necesario que lijes para matar un poco ese brillo y crear una superficie donde el nuevo material tenga agarre.
Cambio de color
Del color anterior y el nuevo dependerán la cantidad de manos que tengas que aplicar. Con una mano podría quedar tu trabajo terminado si repintás con el mismo color, con dos si lo haces con un color no tan diferente, y con tres si el color es totalmente diferente.